Desde mi experiencia - Fibromialgia y Fatiga Crónica
Hace más de quince años, que por vez primera me acerqué al yoga. Fue un pequeño intento de conectar, de respirar, y comprobar que esta disciplina, que entonces todavía se veía como algo para gente muy mística, no era para mí. Craso error.
Pero yo erre que erre. Fui haciendo incursiones, probando Hatha Yoga, Kundalini Yoga, Nidra Yoga (que difícil… un yoga en el que uno se queda tan quieto).
En el 2007, a mitad más o menos de esta franja de vida, me diagnosticaron fibromialgia y fatiga crónica. (De ahí lo de la experiencia propia). Me vi sumergida en el dolor, la desesperación, la merma de mis posibilidades de desarrollar las tareas más simples de cotidianeidad.
Quizá conoces a alguien, quizá tu mismo. El caso es que cuando uno se ve envuelto en esta sintomatología es bien dificultoso salir de ella. Cada despertar es un suplicio, diez o doce horas por delante de multidolor. Cuando alguien te pregunta que te duele, no sabes por dónde empezar.
No me rendí. Probé las mil y una herramientas, que la sociedad actual te brinda, ortodoxas y alternativas para salir adelante. Casi conseguido.
Desmedicalizada, limpiando mi organismo, se me puso por delante realizar una formación de Yoga para el Embarazo. Pocos creyeron en mis posibilidades: físicas, edad,… Pero poco después de recibir mi diploma tenía varios turnos de clases, y muchas embarazadas acudiendo a ellas.
Eso despertó en mí la curiosidad, y mi afán de superación. Mi cuerpo estaba respondiendo de tal manera que si quedaba algún resquicio de dolor, molestia, cansancio, en los meses de formación había ido desapareciendo.
Llego a mí un yoga que me llamaba la atención, en base muy parecido al que ya practicaba, abierto a todas la edades y condiciones, el Yoga Integral. Lo que se acoplaba a mi personalidad como un guante. Dinámico, armonioso, enérgico, vitalizante.
Si estas pasando por una etapa de fatiga y/o dolor corporal, si lo aquí descrito te resuena, te dejo a continuación unas sugerencias a tener en cuenta.
6 Consejos para aliviar el dolor
1. Respira. Largo y profundo. Por la nariz. Exhala largo. Siempre que te acuerdes. Al oxigenarse mejor el organismo, éste ejecuta todas sus funciones más eficazmente. Los sistemas: nervioso, digestivo, respiratorio, alcanzan todo su potencial, favoreciendo la consecución de máximo bienestar.
2. Cuida tu alimentación. Elimina tóxicos en la medida de lo posible. Invertir tiempo, cariño, en preparar comida casera, con materia prima de buena calidad, asegura que el sistema inmune realice su trabajo de modo efectivo y saludable. Logrando que la vida se prolongue con calidad.
3. Practica algún ejercicio de yoga con el que te sientas cómodo, sin estridencias. La ventaja de practicar yoga, se basa en la conjunción de las herramientas que en él se disponen: Pranayama, Meditación, Relajación, Asanas. Hacen que sea el ejercicio físico más completo que existe. Cada parte del cuerpo se revitaliza y regenera. Aportando incluso, a la apariencia, salud y bienestar. Lejos de parecer algo complicado, el yoga se adapta a la persona que lo realiza.
4. Regálate una buena relajación con la música que te embelesa. Es bien sabido que parar, tumbarse, escuchar música, puede elevar los sentidos. La propuesta es que esta práctica se realice varias veces a la semana, para asegurar su instauración. Como cualquier otro hábito, el cuerpo asimila este tiempo, como tiempo de reajuste, y en pocas semanas, incluso días, se notan los beneficios.
5. Hidrata tu cuerpo, con el agua que necesites, y aunque creas que no la necesitas. El agua limpia, favorece la digestión, ayuda a eliminar toxinas. Hidrata, y con ello asegura que todos nuestros órganos trabajen a mayor rendimiento. La piel se alisa, y los cabellos y uñas recobran brillo y fuerza. Independientemente de los riesgos evitados, tomar el agua necesaria a lo largo del día, hace que el corazón cobre vigor.
6. Si te sientes a punto, confía tus inicios a un profesor de yoga. Es sabido que con compañía todo proyecto se encauza mejor. Además la práctica del yoga, al principio requiere de tomar habilidad con la respiración, el movimiento, y también la quietud. Es una técnica multidisciplinar, y como todo, necesita de un entrenamiento. Una vez adoptada una buena base, la elección estará a tu alcance.