LAS GAFAS QUE MEJORAN LA AGUDEZA VISUAL
Su creador fue el Ingeniero mejicano Miguel Saliá Muñoz. Las presentó en la V Exposición Mundial de la Invención de Nueva York en 1981, y en la XXIII Feria Internacional e Industrial de Hannover, Alemania. En ambas obtuvo medalla de oro por su invención.
Él mismo padecía una fuerte presbicia (necesitaba para leer una lupa y una lámpara de 300 watios, debido al endurecimiento y deformación del cristalino). Después de usarlas continuamente durante varias semanas, resolvió su problema.
Estas gafas tienen como antecedente el agujero estenopéico que se usa en oftalmología para algunas afecciones oculares, pero tiene muchas más ventajas que aquél y ningún inconveniente.
La luz, al pasar por los orificios, sufre una serie de fenómenos físicos, como son interferencias, difracciones y retracciones. Los orificios producen millones de interferencias de las ondas luminosas que los atraviesan. Por la refracción de los rayos que irradia el objeto visual al llegar a la periferia del orificio, se produce una desviación de sus ondas hacia el centro óptico que es la fóvea.
El poder estimulador del objeto visual aumenta en millones de rayos, al concentrarse en vez de dispersarse éstos. Así aumenta la tasa estimular del objeto visual al llegar sus rayos a la retina con mayor poder y nitidez. Es como si cada orificio se convirtiese en una pequeña lupa flexible para la fóvea, a la que hace llegar un contingente muchísimo mayor de rayos del objeto visual, sea cual sea la distancia del orificio a la fóvea.
Este aumento del impulso estimulador vuelve a despertar el juego de acomodación que se desencadena desde la fóvea, originando una reacción en la retina perezosa, propia del que sufre algún defecto visual. Las rejillas ópticas actuarían, por tanto, como medio natural de rehabilitación.
La propiedad electromagnética de la luz lineal, transferida a los electrones, provoca cambios favorables en los ojos, y en muchos casos regenera las células de los tejidos atrofiados por desuso, excesos, mal uso, traumatismos o enfermedades.
La rejilla elimina los rayos parásitos nocivos para la visión. Esta especie de "normalización" de los rayos luminosos pone en acción ciertas células de la retina, dejando las demás en reposo. Esto lo hace de forma alternativa, ya que el movimiento de los ojos no cesa ordinariamente. Esta secuencia de iluminaciones excita las células y las obliga a una gimnasia que conduce a una mejoría en su funcionamiento.
El Dr. Bucken, que ha estudiado científicamente estas gafas afirma que, tras un mes de entrenamiento, comienzan a apreciarse los primeros efectos, de modo que las aconseja a cuantas personas carecen de una visión perfecta.
Sirven para ayudar a resolver casi todos los problemas oculares de refracción: astigmatismo, miopía, hipermetropía, presbicia; además de estrabismo, ceguera funcional. Se ha dado informes positivos en casos de glaucoma, retinitis pigmentaria, y otras retinopatías.
Actúa favorablemente en contra de la ceguera por diabetes. Se ha comprobado que los ángulos visuales de tales enfermos se abren. Por ejemplo, en enfermos de glaucoma, en tan solo quince días de uso. Se limpia la sangre vertida en la cornea por derrames oculares.
También contrarresta los efectos negativos de las ondas electromagnéticas de la TV.
Mejora la vascularización del ojo, produciendo un efecto estimulante en los componentes del ojo: retina, esclerosis, coroides, músculos, ligamentos, tejidos. Las rejillas ópticas re-equilibran de modo progresivo y con seguridad todo el órgano visual.
Tras varias semanas de practica, la visión se nota mejorada; por reflejo se estimula todo el organismo. Se puede relajar los ojos tras un día de trabajo en la oficina
Poco a poco se puede ir prescindiendo de lentes o lentillas; se sufre menos estrés y tensión, la memoria y la concentración mejoran también. Cuando hay paciencia y constancia en el uso adecuado de estas gafas, los resultados positivos no se hacen esperar.
No necesitan usarse constantemente. En algunos casos al principio producen ligeros dolores de cabeza, leves mareos o tenues lagrimeos, indicando que surten efectos positivos.
También ayudan a la relajación cuando se está en tensión o nerviosismo, resultando muy útiles en casos de severa neurosis.
Un mismo par de gafas puede servir para toda la familia y para todo tipo de defecto visual independiente del número de dioptrías.
Al terminar de usarlas, los ojos ven mejor y están más descansados y vivos.
Están especialmente indicadas para cuantos trabajan con pantallas de ordenador, al momento de ver la tele y para cuantos padecen de "vista cansada" y no pueden leer de cerca.
Tras el testimonio de miles de personas, a nadie, que se sepa, le ha dañado en lo más mínimo el uso de estas gafas.